El retumbar

Voy a dejarte ir, aunque en mitad de la habitación mi espina dorsal retumbe y desgarre con su eco las cortinas. Tengo que hacerlo, porque si hoy no tengo el valor suficiente, sé que mis costillas querrán anudarse para siempre a tus costillas. Y cuando tus ojos busquen los míos, o miren hacia abajo (como cuando no entiendes del todo qué está pasándote dentro), tendré que ser lo suficientemente honesta conmigo como para convencerme de que en realidad el cuchillo de mi omóplato es el resquicio sobre el que mañana apoyarás el pie para no caerte de este acantilado hacia el vacío.
Hoy voy a soltarte, voy a tener que soportar ver cómo no te giras en mitad del pasillo y cómo te alejas de mí, pintado por sombras amarillas, caminando firme y despacio. Porque en el fondo no querrás irte, ni comprenderás por qué debes irte, pero no dirás nada. Y yo no te detendré, aunque la sangre se aferre a mi garganta como un nudo de espinas y quiera desmembrarla para que una despedida alargue al menos un segundo esa marcha. 
Tú nunca sabrás del sacrificio de mi egoísmo, y yo jamás podré explicarle la verdad a nadie,
ni siquiera a mí.


A partir de entonces, 
viviré condenada a la duda de si lo he hecho por salvarte 
o por no ser capaz de aceptar las carencias de un corazón aterrorizado.

Ya no volveremos a cruzarnos. El mimbre se transformará lentamente en hilo que terminará por desmembrarse. Y conoceremos a otras versiones de nosotros, pero en otros, que puedan mirarse a los ojos aunque ni siquiera así se encuentren. Ellos besarán y absorberán aquello que a nosotros nos asustaba, y crearán así un inicio nuevo en el que, a lo mejor, ni siquiera nos pensemos, aunque nos pensemos inconscientes. 
Sabrá a mar y a arena revuelta, pero de otra orilla, aunque tú y yo hayamos rozado la piel del otro en todas ellas. 

Voy a desanudarte de mí,
a entregarte al agua,
a eliminar aquel bautismo al que nos condenamos la primera vez que compartimos el mismo pensamiento. 

Voy a decirte adiós
aún con la certeza de que también tengo que despedirme de mí.




Comentarios

Entradas populares